Ley de parkinson

Nacido en 1909, Parkinson trabajó en su juventud como funcionario del Imperio británico. Desde su puesto de empleado colonial, Parkinson observó algunas curiosas paradojas. Una, era que, a medida que disminuían los barcos de guerra de la marina británica, crecía el número de almirantes, de manera que en unos años -profetizó Parkinson- habrá más almirantes que navíos de guerra. El tiempo le dio la razón. Otra paradoja era que con la pérdida de territorios del Imperio británico aumentaban los funcionarios coloniales. Y no por la vuelta de este personal a la metrópolis, sino porque se creaban más plazas para el trabajo administrativo colonial, cada vez mayor, pese a que el número de las colonias era cada vez menor.

La versión practica seria algo así:

1º. “El trabajo crece hasta llenar el tiempo de que se dispone para su realización”.
2º. “Los gastos aumentan hasta cubrir todos los ingresos”.
3º. “El tiempo dedicado a cualquier tema de la agenda es inversamente proporcional a su importancia”.

A partir de hay que cada unos e lo aplique, pero esta claro que cuando asignas recursos razonables, dedicas muchos menos recursos que cuando no impones limites y el resultado puede incluso ser mejor.

En algunas reflexiones sobre la ley de parkinson, he podido leer incluso cosas como que cuando menos tiempo te asignas a una tarea, mayor es tu concentración en ella y mejor es el resultado. Lo cual no es absolutamente disparatado.

Un ejemplo lo tenemos en la forma de prepararnos en nuestra etapa escolar, donde raro es el alumno que no deja las tareas para el ultimo día, a pesar de que por activa y por pasiva te dicen que seas constante, que seas regular etc.

 
http://bioinfo.uib.es/~joemiro/teach/material/escritura/parkLaw.pdf

una relación de libros al respecto, de los que no he leído ninguno pero que como concepto resulta cuanto menos divertido y paradojico: http://www.buscalibros.cl/buscar.php?autor=Parkinson,%20Cyril%20Northcote
 

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One Response to Ley de parkinson

  1. Pingback: Felicidades Andrea y Richard | David Toribio

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